La emisión en laSexta de "Operación Palace" Jordi Évole ha generado una enorme polémica sobre uno de los hitos de la Historia de España Contemporánea como es el 23-F. Puede haber marcado un hito en la televisión en España y su resonancia en las redes sociales está lejos de apagarse.
Sin embargo no es un género nuevo y tiene sus defensores y sus enemigos. Es el caso de El Lado Oscuro de la Luna, en el que se revisan los principales motivos y razones por lo que muchos piensan, el hombre nunca llegó a la Luna.
Si bien se denomina como un “documental falso” por sus creadores, es interesante para reflexionar sobre el poder de persuasión, o mejor dicho manipulación, que se llega a desplegar a través de los medios de comunicación.
En este documental cuestionan, entre otras cosas, cómo es posible que Rusia a pesar de haber enviado el primer satélite, animal, hombre y nave no tripulada al espacio, no haya podido ser el primer país en llegar a la Luna, y sí Estados Unidos, que lo hizo sin ninguna experiencia previa al respecto.
Además, se pregunta cómo es que el Apolo 11, pudo traspasar el llamado cinturón radiactivo de Van Alan que incluso en estas fechas resulta ser peligroso para todos los satélites y naves actuales.
Y por último muestra una serie de imágenes, conversaciones y vídeos inéditos, en donde se ve claramente cómo los astronautas del Apolo 11 fingen realizar una toma de la Tierra y cómo mienten al respecto para los televidentes que seguían las incidencias por sus televisores.
En el falso documental se especula con la posibilidad de que la llegada del hombre a la Luna por parte del Apolo 11 fuera un monumental engaño encargado por el entonces presidente Richard Nixon, y que las imágenes del hecho fueran rodadas en un estudio por Stanley Kubrick, quien por entonces rodaba “2001, Una Odisea en el Espacio”
Para dar credibilidad al engaño, el director Karel metió entrevistas con personajes reales como los secretarios de Defensa y Estado Donald Rumsfeld y Henry Kissinger, el entonces director de la CIA Richard Helms, el astronauta Buzz Aldrin, Alexander Haig y la propia viuda del director, Christiane Kubrick. No obstante, esas entrevistas fueron sacadas de contexto o se hicieron con preguntas vagas. Al final del documental se ven “tomas falsas” en las que muestran riéndose a los participantes. También contribuyó al engaño el ser rodado y emitido por el canal especializado en documentales ARTE, considerado “serio”.
Como guiño a los seguidores de Kubrick, algunos personajes tienen nombres de personajes de filmes suyos, como Dimitri Muffley, suma de los nombres de los presidentes ruso y norteamericano en “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú”, David Bowman, de 2001: una odisea espacial, Jack Torrance de “El resplandor”; aparte de dos referencias a personajes de “Con la muerte en los talones” de Hitchcok, Eve Kendall y George Kaplan. Otro personaje se llama W.A. Koenigsberg, una “construcción” entre las iniciales de Woody Allen (W.A.) y su nombre real Allen Stewart Koenigsberg.
Es interesante su visionado para saber discriminar lo que son fuentes históricas fidedignas y lo que no.
¿Qué os ha parecido? ¿Estáis a favor de este tipo de creaciones? Vamos a opinar.